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Los acontecimientos de pasados días – el asesinato de George Floyd y las manifestaciones por todo el país – han expuesto de nuevo lo que es ser afroamericano en Estados Unidos. Nuestro país aún sufre los efectos de la profunda desigualdad y de un racismo institucionalizado, y Los Ángeles no es inmune. Nuestro vergonzosa historia de segregación y exclusión económica ha creado una ciudad cuyas comunidades de color aún viven las más profundas inequidades.
Creemos firmemente que las vidas negras importan. Todo residente afroamericano merece vivir en una ciudad en la que también pertenece. Calles seguras, protección igualitaria ante la ley, y vidas sanas son los derechos básicos que se les han negado a las comunidades de color. Reconocemos los grandes esfuerzos de parte de las organizaciones en la vanguardia contra el racismo en todas sus formas. A la vez reconocemos que como una organización con muchos líderes y miembros blancos, tenemos el deber de apalancar nuestro poder social y político por esta lucha, escuchando y aprendiendo siempre de aquellas organizaciones lideradas por activistas de color. Su labor es imprescindible para realizar un mejor futuro para Los Ángeles.
Esta semana dirigimos nuestro apoyo al NAACP Legal Defense Fund. Por medio de su litigación, sus campañas, y la educación pública, LDF busca realizar cambios estructurales para expandir la democracia, eliminar las desigualdades, y lograr la justicia racial en una sociedad que cumple con la promesa de igualdad para todo estadounidense. Invitamos a todos los seguidores de AHLA a que se involucren con las organizaciones laborando por un fin al racismo sistémico, incluso apoyando al NAACP Legal Defense Fund.
Estamos comprometidos a largo plazo con la causa de la vivienda abundante, ya que la justicia de vivienda es componente esencial de la justicia racial y económica. En una ciudad y un país en los que la pobreza también es cuestión de raza, las altas rentas y escasez de viviendas hacen que los hogares seguros y sanos aún estén fuera del alcance de muchas personas de color. Nuestra actual crisis de vivienda presenta una amenaza directa a la salud y al bienestar de las personas de color, tanto en Los Ángeles como en todo el país. Ahora más que nunca, estamos comprometidos con esta lucha. Invitamos a todos ustedes a que también hagan de su parte, y que centren la justicia racial y económica en todo lo que hacemos.